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La conexión mexicana del APRA y el caso Langberg

Publicado: 2008-10-13

La conexión mexicana que tiene Rómulo León, recientemente develada por la dupla Ocram-Godoy, puede traer a colación el descubrimiento de una enorme red de tráfico de influencias y generar con ello, una crisis política de magnitudes inciertas. Lo más probable es que la cabeza de esta red sea el mismo Presidente de la República. Tal como lo planteó Menos Canas, o García ha perdido su olfato político para identificar a los corruptos de su régimen y su partido, o es el que está detrás de todos ellos. Los indicios señalan que se trata de la misma cúpula mafiosa que operó durante el gobierno anterior del APRA.Lo curioso del asunto es que, un caso similar ocurrió en el pasado, a inicios de la década de 1980. En ese entonces, no se trataba de tráfico de influencias sino de narcotráfico. Para ese momento, Carlos Langberg era un chalaco que había retornado de México hace pocos años antes, con una fortuna de fábula (Gustavo Gorriti: Sendero T. 1, p. 30). Al parecer, se había vinculado al APRA desde finales de la década anterior, cuando su líder histórico se encontraba enfermo. Según una declaración del actual alcalde de Trujillo, César Acuña Peralta, Langberg se habría encargado de costear los gastos de su enfermedad, que podría incluir el viaje que realizó Víctor Raúl para recibir un nuevo diagnóstico médico en Houston (USA), en marzo de 1979 (La República 21/12/2007). Incluso, después de su muerte, habría comprado la famosa residencia de Haya de la Torre, Villa Mercedes.La primera mención pública de Carlos Langberg ocurre el 2 de enero de 1980, cuando dentro de un camión que hacía la ruta Pucallpa-Lima, la policía decomisó 475 kilos de pasta básica de cocaína. En ese momento, fue el cargamento más grande de droga decomisado por la policía. Según Caretas, todos los detenidos habían acusado a Carlos Langberg de ser el responsable de la operación, por lo cual fue arrestado. Sin embargo, fue liberado poco tiempo después con la insospechable ayuda del entonces Ministro del Interior, Fernando Velit Sabatini. Hay que recordar que, en ese momento, la cercanía del gobierno de Morales Bermúdez con el APRA era más que evidente.Pocos meses después, en setiembre de ese mismo año, fue capturado en México y en compañía de Jorge Idiáquez, antiguo secretario personal y guardaespaldas de Haya de la Torre, por la posesión de 15 gramos de cocaína. No obstante, su influencia dentro del PAP siguió siendo fuerte, hasta tal punto que la propia Brigada Dorada del APRA, creada en un inicio para proteger a su líder máximo, se encargaba de su seguridad. Entre sus más cercanos colaboradores dentro de ese partido se encontraban: Pablo Abril de Vivero, el “Puma” López Silva, Carlos Enrique Melgar, Luis Alva Castro y Jorge Idiáquez (El Tío Juan).Se desató entonces una campaña periodística encabezada por Caretas para desenmascarar a Langberg, que fue muy bien aprovechada (¿provocada?) por una facción dentro del APRA, en donde se encontraba Alan García. Dicha facción pugnaba por una renovación dentro del partido, que al final consiguió con la elección de García como Secretario General. La campaña mediática de Caretas fue reforzada por 4 artículos, que aparecieron entre 1981 y 1982, publicados en el Diario de Marka. Tales escritos fueron redactados por el primo hermano de nuestro actual Presidente, Salvador García, quien con la llegada de su pariente al poder fue designado para un cargo en la embajada peruana en España, de donde nunca más volvió, al parecer. Para Langberg, la campaña periodística significó la cárcel puesto que fue sentenciado en 1984 a 14 años de prisión, aunque luego la pena fue reducida a la mitad. Más allá de la renovación partidaria y el encarcelamiento de Langberg, nunca se dieron explicaciones por las vinculaciones de una parte importante de la dirigencia aprista con un conocido narcotraficante. Ni tampoco se explicó la intervención del Ministro del Interior de Morales Bermúdez en todo ese asunto. A pesar de los años pasados, este tema no solo tiene un interés histórico sino también actual, puesto que varios de los políticos vinculados a estos hechos, de una u otra forma, siguen teniendo una notoria participación pública en la política nacional. ¿Cuál fue la relación que tuvo Alva Castro con Langberg? ¿Hasta qué punto el hijo del ex dictador Morales Bermúdez, actual asesor de Yehude Simon, ex ministro aprista, acusado en el gobierno anterior del APRA de corrupción, tuvo que ver en la liberación de Langberg en 1980? ¿Cuánto dinero recibió el APRA del narcotráfico? Para esto hay que tener en cuenta que Langberg fue el principal contribuyente de la candidatura presidencial aprista de 1980, donde se encargó de supervisar la filmación de la propaganda televisada, “hecha en buena parte por un equipo técnico que él trajo de México”. (Gorriti: Sendero, p. 30). Además, al parecer, los vínculos de Langberg con el APRA nunca tuvieron una ruptura definitiva. Según el anteriormente mencionado César Acuña, Armando Villanueva en el 2004 fue a pedirle 240 mil soles para que Langberg no se apropiara de Villa Mercedes. Para finalizar, se me ocurre hacer una conjetura más, e ir un poco más allá: ¿Existe alguna vinculación de Langberg con esta nueva conexión mexicana del APRA? O quizá solo se trata de los aprendices que su “escuela” formó dentro del partido de gobierno.Nota: Gorriti publicó un libro periodístico basado en sus investigaciones sobre Langberg cuando era periodista en Caretas, denominado  “La calavera en negro. El traficante que quisogobernar un país”.


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